Naturales, orgánicos y de bajo impacto
- Algodón orgánico: cultivado sin pesticidas ni fertilizantes químicos; requiere menos agua si se maneja bien.
- Lino (yute o cáñamo): muy sostenible; necesita poca agua y pesticidas; es biodegradable y duradero.
- Cáñamo: crece rápido, regenera el suelo, no requiere agroquímicos; uno de los textiles más sostenibles del planeta.
- Tencel™ Lyocell: fibra regenerada de pulpa de madera (eucalipto o haya) en un proceso cerrado donde se reciclan los disolventes (marca registrada de Lenzing).
- Bambú (procesado mecánicamente): cuando se procesa de forma natural (no viscosa), es sostenible; sin embargo, la mayoría del bambú en el mercado se procesa químicamente.
“Intermedios”
Dependiendo de su origen o proceso
- Viscosa / Rayón / Bambú viscosa: derivan de la celulosa, pero el proceso químico convencional contamina; si es viscosa LENZING™ ECOVERO™ o Modal (proceso cerrado), mejora su sostenibilidad.
- Lana: natural y biodegradable, pero su impacto depende del bienestar animal, el uso de tierras y metano emitido por ovejas.
- Seda: natural y biodegradable; sin embargo, la producción convencional implica hervir los capullos (cuestiones éticas). Existen versiones como Peace Silk o Ahimsa Silk, más éticas.
- Algodón reciclado: reduce residuos y agua, pero el proceso puede debilitar las fibras, por lo que a menudo se mezcla con fibras sintéticas.
“Menos sostenibles”
De origen sintético o alto impacto
- Poliéster reciclado (rPET): mejor que el virgen porque reutiliza plásticos (botellas), pero sigue liberando micro-plásticos y no es biodegradable.
- Acrílico, poliéster virgen, nylon virgen, elastano: derivados del petróleo, no biodegradables, liberan micro-plásticos al lavado.